Una semana vocacional en medio de la “covidianidad”
Desde hace más de un año hemos sido testigos de los grandes cambios que han acontecido en este tiempo de pandemia, donde un diminuto microorganismo ha puesto de cabeza a nuestra sociedad, y nos ha hecho reflexionar sobre la importancia y sentido de la vida, salvaguardando a ésta de todo ataque que pueda afectar su naturalidad y esencialidad humana.
La COVID-19 ha figurado en nuestras relaciones interpersonales, pasamos de la autenticidad presencial a un auto-espejo digital, donde la cámara se ha convertido en el medio más cercano para socializar con los demás. Dicho fenómeno llegó a todo rincón cotidiano, ofreciendo una somera cercanía de la persona; ante tal suceso, los medios de comunicación aumentaron la demanda y originó nuevos diálogos para el ser humano, explotando su propia creatividad dialéctica.
Sin embargo, este acontecimiento ha remarcado la importancia de nuestra existencia y con ello a cuestionarnos sobre el llamado e importancia de la vida; cosa que de ahí surge la idea formalizar un proyecto que responda a las inquietudes e incertidumbres que acontecen en nuestro interior.
Esta circunstancia nos ha reflejado que hemos sido llamados a una auténtica vocación, en la que a través de un discernimiento podemos descubrirla y ser partícipes directos de esta llamada especial.
Por la misma pandemia aprendimos a generar una “covidianidad” que nos ha conducido a mirar nuevos medios para la evangelización en nuestra Iglesia y para el fomento de las vocaciones; en este último enunciado podemos afirmar, a pesar de lo complejo e inexplicable de la pandemia, se continúan fortaleciendo la inquietud vocacional que atañe a cada joven y con mucha disposición continúan perseverando en discernir su vocación, pues cada uno de ellos ha vivido su llamado desde una pandemia que los ha hecho reflexionar sobre su existencia humana.
Por eso, este tiempo COVID ha de ser un kairos de esperanza para seguir sembrando la semilla vocacional en cada tierra fructífera y preparar con fe el momento de la cosecha; por consiguiente, es importante mantener esta llama de oración para que el dueño de la mies siga enviado trabajadores, y así enriquecer la experiencia humana-espiritual de cada persona.
Aunque exista una pandemia que ha expuesto nuestros propios límites y nos ha hecho experimentar de cerca la muerte de muchos hermanos. Somos llamados a vivir esta LVIII Jornada mundial por las vocaciones, en la que el Papa Francisco nos invita a orar asiduamente por todas las vocaciones y a mirar en San José a un hombre que pone en servicio su propia vocación y a la vez haciéndose una oblación de amor que figura en la casa de Nazaret.
Esta semana vocacional nos invita a seguir promoviendo los estados de vida, a continuar en la labor noble por las vocaciones, a mantener dicha fortaleza y continuar con esta esperanza de ver a ese Cristo Vivo que quiere a todo joven vivo para llevar su mensaje salvífico y de amor a cada rincón desde nuestra propia realidad.
Por lo tanto, no tengamos miedo de escuchar las palabras del Señor que se dirige a cada uno de nosotros y nos llama por nuestro nombre, y que a pesar de las incomprensiones y vacilaciones en las luchas de cumplir nuestra voluntad; son estas mismas locuciones de Cristo que nos hacen redescubrir nuestro camino respondiendo generosamente a una llamada de amor, que se manifiesta en una tempestad, pero con una luz que vislumbra en el sentido de nuestro llamado.
Sigamos orando por las vocaciones y que Cristo nos fortalezca siempre.
Semana vocacional 2021 del 25 de abril al 02 de mayo
Pbro. José Vázquez Domínguez
Visita nuestro sitio web https://jovenesapm.org, encontrarás muchas cosas interesantes y útiles.
#PastoralJuvenilAPM
#PastoralJuvenilVocacionalAPM
#JóvenesAPM